Por Carlos E. López Castro
Sin lugar a duda que ha cumplido una gran labor social y ambiental el programa En-Cicla, por la cual el Área Metropolitana ha contribuido a aumentar la movilidad en bicicleta, pero es mucho lo que falta para mejorar ese servicio a los usuarios, a quienes, en muchas ocasiones, les es más rápido caminar.
El sábado 11 de marzo, desde el corregimiento de Santa Elena, planeé llegar en gran trayecto posible en bicicleta hasta el barrio El Chagualo, a la Universidad Claretiana al evento “Diálogos Sociales”, de Presupuesto Participativo, para la elaboración de los programas de ejecución 2024 – 2027, de la comuna 10, La Candelaria.
A las 6:16 a. m. abordé el bus en la vereda Barro Blanco, de Santa Elena y sin contratiempos ni trancones llegamos a la Plaza de Flórez a las 7:17. Desde la carrera Córdoba bajé caminando por La Playa a la estación de En-cicla de la Biblioteca Comfenalco con su tótems o biciparqueaderos los cuales están instalados pero sin funcionamiento desde hace tres años (ver foto). Caminé hasta antes de la carrera Sucre y ¡Oh!, sorpresa: la estación En-Cicla parecía tener disponible una bicicleta. Acerqué mi tarjeta Cívica, digité mi contraseña y la pantalla me pidió escanear un código QR con mi celular para actualizar los datos. Mientras lo hacía, se acercó una mujer de un poco más de treinta años, quien, con acento afrocolombiano, me solicitó pasar su tarjeta. Le dije que ya había terminado de actualizar mis datos e hice el intento de habilitarla, pero el sistema no reconoció la única bicicleta. Ella se dirigió caminando a las próximas estaciones ubicadas en la carrera Bolívar. Lo mismo hice yo, con un segundo y tercer intento frustrado en las Estaciones del Parque de Berrío. Cuando llegué a la estación Botero, allí estaba la misma mujer esperando que llegara algún usuario. Ambos nos cansamos de esperar y decidimos caminar, ella a su trabajo y yo a mi destino. Así lo hice por la carrera Carabobo hasta pasar por la estación SIU de la U. de A., donde tampoco había ciclas (ver foto). Llegué a tiempo, caminando, antes de las 8 a. m. a mi destino de la Universidad Claretiana.
Al final de la jornada, antes del medio día, y de regreso hacia otro destino al que quería llegar en bicicleta, me acerqué a la estación SIU de la U. de A., donde no funcionó el sistema. Me pregunté ¿En-cicla o caminar? Me tocó pensar, actuar y tararear la canción de Joan Manuel Serrat: “Caminante, son tus huellas/ el camino y nada más;/ caminante no hay camino,/ se hace camino al andar…”
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