Mercado en el Parque de Berrío, en 1886, y a la derecha Plaza de Flórez (Foto: Gabriel Carvajal, 1951)
Por Carlos E. López Castro
Para iniciar la historia de la placita de Flórez, es importante tratar el tema de la Plaza Mayor, hoy parque de Berrío, de la cual se deriva la palabra plaza y donde antiguamente se realizaba el mercado público.
PLAZA MAYOR
La Plaza Mayor en todas las ciudades que iniciaban su construcción, después de la llegada de los españoles, fue el sitio central desde donde se extendió la población. A partir de ahí se construyeron los edificios del poder político, religioso y económico. En una investigación sobre ciudad y territorio, así lo afirman los historiadores Fabio Zambrano y Oliver Bernard: “La Plaza Mayor era el elemento fundamental que estructuraba el espacio urbano. Era el centro de la ciudad, el centro geométrico, simbólico y vital. Era el elemento generador de lo urbano y toda la ciudad se organizaba a partir de este… En este centro confluía toda la vida de la ciudad… la plaza era el lugar de encuentro para todas las funciones sociales públicas, tanto las derivadas del ejercicio del poder como las fiestas y diversiones”1
La Plaza Mayor de Medellín (hoy parque de Berrío) nace en 1649 en una parte de las ocho manzanas que Juan Bueso de la Rica y su esposa Isabel de Heredia, donaron cuando un grupo de habitantes decidieron construir la primera edificación de la iglesia La Candelaria.
Plaza viene del latín platea que quiere decir patio del teatro. Para el caso de la plaza en América Latina viene del ejemplo español que recobró significado con el concepto de arquitectos italianos: piazza considerada como llave del esqueleto urbano.
EL MERCADO PÚBLICO
El mercado público de la villa (hoy Medellín) se comenzó a realizar en la plaza (hoy parque de Berrío) el 27 de septiembre de 1774, los días viernes de cada semana, según lo había ordenado el gobernador Francisco Silvestre. En el año 1786 el día de mercado se cambió para los domingos, permaneciendo así sólo hasta 1790 cuando, a petición de los pulperos, el gobernador Francisco Baraya mandó se volviera a trasladar al día viernes.2
La Placita de Flórez, que también fue conocida como plaza de Buenos Aires (porque en ese entonces sus terrenos eran parte del barrio del mismo nombre), fue construida en terrenos de Rafael Flórez. Es la primera plaza de mercado (cubierta) que ha tenido Medellín, inaugurada el 25 de enero de 1891, cuando ya el mercado público no siguió siendo en la Plaza Mayor, con sus rústicos y típicos toldos que aún hoy vemos en algunos pueblos de Antioquia en el mercado público del Parque principal.
La Plaza de Flórez no tuvo mucho tiempo de ser acogida, se dice que por mal ubicada. Entonces en 1894 fue inaugurada la Plaza de Cisneros (o de Guayaquil), construida con dineros de Carlos Coriolano Amador, mejor ubicada porque años después estaría cerca las dos estaciones del Ferrocarril: de Antioquia y de Amagá, y pasarían cuatro rutas del tranvía. Se dice que ya a principios de siglo, la Plaza de Flórez se utilizaba en ocasiones para algunas corridas de toros, y en otras épocas fue estación de policía, convento, patronato de obreros y escuela de niñas, según lo afirma Lisandro Ochoa en su libro “Cosas viejas de la Villa de la Candelaria”.
A principios del siglo XX, cuando la ciudad afrontaba un problema de salud, higiene y salubridad pública, en una investigación se decía: “En 1925 todas las pesebreras con que contaba la ciudad se clausuraron debido al pésimo estado higiénico en que eran mantenidas. Las plazas de mercado no escapaban al desaseo y a la falta de higiene reinante… Ni la plaza de Flórez ni la de Guayaquil parecen haber gozado de mejor aseo y los gallinazos eran frecuentes huéspedes de estos establecimientos”3
En 1945, se inició la construcción de la nueva Plaza de Flórez, reemplazo de la antigua que hoy aún existe ubicada en la esquina diagonal (construcción inaugurada en 1891). La de la foto de arriba, fue diseñada por los arquitéctos Juan Restrepo y Federico Blodek, bajo la firma “Arquitectura y Construcciones”. Se perdió el gusto y la belleza de la antigua edificación. Ya para la época, los estilos arquitectónicos eran otros.
ADMINISTRACIÓN
En 1964 se crea las Empresas Varias de Medellín que tienen como uno de los fines: “Organizar y administrar los servicios públicos de la Central de Abastecimientos, Feria de Ganados, Matadero, Transporte Colectivo, Mercados, Aseo y recolección de Basuras…”. Ya consolidada Empresas Varias de Medellín, se inició la construcción de plazas satélites como la del barrio Berlín, de la Paz (carrera 49 con calle 73 barrio Campo Valdés) arrendada a la proveduría departamental; y la del barrio La Amèrica (calle 44 con carrera 80) arrendada a los Mercados La Candelaria.4 En 1971, bajo la coordinación de la señora Leticia Correa de López se realizó una campaña masiva de alfabetización, educación y preparación para los usuarios de las plazas satélites de mercado de Medellín y otros centros de comercio, con el fin de que la ciudadanía hiciera un mejor uso del servicio, demostrara comportamiento cívico y respetara ciertas normas. La campaña se inició en las plazas de Flórez y de Aranjuez, con resultados satisfactorios.5
COPLAFLOREZ
Desde ese año 1964 hasta 1997 las plazas eran administradas por Empresas Varias de Medellín. A partir de la Ley 142 de 1997, las Empresas Varias de Medellín entregaron la administración de las plazas de mercado a Cooperativas de los mismos comerciantes y así podrían seguir abiertas al público. Así nació la Cooperativa Multiactiva de la Plaza de Flórez, Coplaflorez, con unos 40 afiliados. Desde 1999 la plaza es administrada por esta cooperativa.
Actualmente, Juan Alberto Franco M. es el gerente de la Placita de Flórez quien nos cuenta sobre el objetivo de la cooperativa: “contribuir al desarrollo social, económico y cultural de los asociados y sus familias, actuando con base en el esfuerzo propio, fomentando la solidaridad y la ayuda mutua, aplicando los principios universales del cooperativismo y de la economía solidaria”.
Hoy en 2011, después de 120 años de ser inaugurada, la Placita de Flórez no ha perdido vigencia con su mercado público en sus 320 locales donde se encuentra de todo. Está ubicada en la calle Colombia entre carreras 39 y 40 del barrio Boston, comuna 10, La Candelaria. Allí no se ha perdido la tradición que se perdió en los supermercados. Se puede encontrar desde las plantas medicinales hasta la misma algarroba tan escasa que según nos dice un comerciante de la plaza: “Esta es una medicina bendita para muchas enfermedades; con su jugo en leche tomado en ayunas, yo me curé de la gastritis”.
La Placita de Flórez, además de siempre estar en primavera con las flores que traen los campesinos de Santa Elena para vender en Medellín, está rodeada de instituciones educativas, diferentes negocios y varios edificios de apartamentos de los cuales sus habitantes la prefieren visitar por el encuentro frente a frente con sus vendedores, quienes además de la atención amable y precios justos, es el espacio donde se tiene tiempo para contar parte de sus propias historias.
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NOTAS:
1 Fabio Zambrano y Oliver Bernard. Ciudad y territorio. El proceso de doblamiento en Colombia. Tercer Mundo Editores, Bogotá, 1993. p. 35.
2 Javier Piedrahita Echeverri. Documentos para la historia de Medellín. Editorial Colina, Medellín, 1984
3 Catalina Reyes. La Vida Cotidiana en Medellín 1890-1930. Tercer Mundo Editores. Medellín, 1996. p. 120
4 Rodrigo de J. García Estrada. Cien añós haciendo ciudad. Sociedad de Mejoras Públicas de Medellín. Op Gráficas Medellín, 1999. p. 213
5 Rodrigo de J. García Estrada. Cien añós haciendo ciudad. Sociedad de Mejoras Públicas de Medellín. Op Gráficas Medellín, 1999. p. 215